Atravesar un duelo es una de las experiencias más difíciles que un ser humano puede enfrentar. Sin embargo, en medio del dolor, la atención plena o mindfulness puede ofrecer un respiro y un espacio para el alivio. Aunque no es una “cura mágica”, diversos estudios, como los publicados en “Mindfulness and Grief” y “Psychology Today”, sugieren que esta práctica puede ofrecer beneficios significativos para las personas en duelo. Veamos cómo.
El duelo suele ser un proceso tumultuoso lleno de emociones extremas, incluida la tristeza, la ira y la culpa. La atención plena, definida como la práctica de estar completamente presente y comprometido en el momento, puede ayudar a navegar este complicado mar de sentimientos.
La atención plena nos enseña a abordar nuestras emociones sin juzgarlas. En el contexto del duelo, esto es invaluable. Al permitirte sentir plenamente tus emociones, sin resistencia ni juicio, puedes aprender a convivir con ellas y, eventualmente, permitirles que se disipen de manera natural. Puede sonarte raro, pero la idea es que puedas estar cómodo con ellas.
Durante el duelo, es común tener pensamientos autodestructivos o pesimistas. La atención plena te ayuda a identificar estos patrones de pensamiento y a no quedar atrapado en ellos. Al observar tus pensamientos como eventos pasajeros en lugar de realidades absolutas, puedes ganar una perspectiva más saludable sobre tu experiencia emocional.
Múltiples investigaciones apoyan la utilidad de la atención plena durante el proceso de duelo. Estudios como el publicado en “Journal of Clinical Psychology” señalan que las técnicas de mindfulness pueden ayudar a disminuir los síntomas de depresión y ansiedad, comunes en personas en duelo.
La atención plena puede no solo ayudar a aliviar el dolor del duelo, sino también a construir resiliencia para futuros desafíos emocionales. Al aprender a relacionarte de manera más saludable con tus emociones, puedes desarrollar habilidades que serán útiles en todas las áreas de tu vida.
Si estás atravesando un duelo y consideras que la atención plena podría ser de ayuda, hay varias vías para empezar. Recuerda que es una ayuda, no una solución. El duelo es un proceso y conlleva tiempo. Nuestro Programa de 8 semanas de Mindfulness y Compasión, ofrece meditaciones específicas para el autocuidado con emociones difíciles, y obtendrás el acompañamiento de un terapeuta transpersonal y e instructor de mindfulness acreditado mientras lo practicas.
Cuando enfrentamos la pérdida de un ser querido, las emociones pueden ser abrumadoras. Esta meditación tiene como objetivo ayudarte a encontrar un espacio de paz y aceptación en medio de este
Ubicación : Encuentra un espacio tranquilo donde puedas sentarte o acostarte sin ser interrumpido.
Posición : Siéntate en una posición cómoda, con la espalda recta pero relajada. Si prefieres acostarte, asegúrate de mantener la columna alineada.
Respiración : Toma tres respiraciones profundas, inhalando por la nariz y exhalando por la boca, para preparar tu cuerpo y mente.
Conciencia Corporal : Centra tu atención en las sensaciones físicas de tu cuerpo. Comienza desde los dedos de los pies y sube gradualmente hasta llegar a la cabeza.
Atención en el Corazón : Traslada tu atención al área del corazón. Imagina que cada inhalación lleva consuelo a este lugar y cada exhalación libera algo del dolor que puedas estar sint
Acogiendo las Emociones : Es probable que sientas una variedad de emociones. En lugar de rechazarlas, permítete sentirlas. Imagina que estas emociones son como nubes pasajeras en el cielo de tu conciencia.
Palabras de Autoafirmación: En cada inhalación, recita en silencio para ti: “Estoy aquí”, y en cada exhalación: “Estoy bien”. Repite esto varias veces.
Despedida y Agradecimiento: Ahora, toma un momento para despedirte de la persona o situación que ha causado este duelo. Puedes visualizar a la persona o el concepto y decir “gracias” y “adiós” de la manera que te sientas más cómodo.
Volver al Presente : Cuando estés listo, comienza a traer tu atención de regreso al lugar donde te encuentras. Mueve suavemente los dedos de las manos y de los pies, y cuando te sientas listo, abre los ojos.
Toma unos minutos para reflexionar sobre esta experiencia. Tal vez quieras tomar nota de cualquier cambio en tus emociones o pensamientos. No te preocupes si no sientes un alivio inmediato; el duelo es un proceso y cada paso cuenta.
