Muchas personas ya han utilizado la meditación de atención plena como un medio para tratar la anorexia, pero su efectividad en el control de la pérdida de peso causada por factores neurológicos aún no se ha estudiado.
Desafortunadamente, muchos miembros de la familia, conocidos y celebridades han sufrido de anorexia nerviosa, o AN, una enfermedad mental grave caracterizada por preocupaciones extremas sobre el peso, la forma y la autoestima. Los síntomas de AN incluyen un trastorno alimentario, restricción nutricional, vómitos deliberados y emaciación severa. La meditación de atención plena ya se usa comúnmente como terapia para AN. Su utilidad clínica en el tratamiento de la emaciación neurogénica, por otro lado, no se ha explorado antes.
La meditación de atención plena, según un equipo de investigadores de la Escuela de Graduados de Medicina de la Universidad de Kioto, alivia tales preocupaciones. Los hallazgos del estudio demuestran alteraciones en la actividad de las áreas cerebrales asociadas con la ansiedad.
El programa de meditación de atención plena del equipo ha visto una disminución significativa en los pensamientos obsesivos sobre la autoimagen del sujeto de prueba y la actividad cerebral asociada con emociones relacionadas. “Nuestros resultados sugieren que los participantes en el estudio se volvieron mejores para aceptar su ansiedad tal como es”, dice la autora principal Tomomi Noda.
La atención plena y la meditación trabajan mano a mano. El primero enseña a los practicantes a perfeccionar su conciencia de su experiencia presente y su capacidad para no juzgar y más bien aceptar sus circunstancias. Este último es el medio por el cual se puede abordar la atención plena.
“Nos centramos en la posibilidad de que los pacientes con anorexia nerviosa intenten evitar su ansiedad paralizante sobre el aumento de peso y la autoimagen restringiendo los alimentos o los vómitos”, agrega el coautor Masanori Isobe.
Un programa de intervención de atención plena de 4 semanas examinó los cambios neuronales utilizando tareas diseñadas para inducir ansiedad relacionada con el peso. Luego, los investigadores regularon esta ansiedad ayudando a los pacientes a aceptar sus situaciones y experiencias actuales al pie de la letra, en lugar de evitarlas.
Los investigadores utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional (o fMRI) para analizar la regulación de la atención en relación con los trastornos alimentarios. Los resultados del estudio apoyan las experiencias subjetivas de los investigadores. Sin embargo, fue inesperado para ellos que varios eventos globales, como la pandemia de Covid-19 y la guerra ruso-ucraniana, fueran factores significativos en las ansiedades de los pacientes.
“Anticipamos implicaciones prácticas de nuestros resultados en psiquiatría clínica y psicología y una investigación más amplia para mitigar el sufrimiento a través de la atención plena, utilizando la estrategia de autoaceptación para regular la atención”, concluye el líder del grupo, Toshiya Murai.
Gustavo Fring
