Beneficios de Mindfulness en niños y adolescentes

La práctica de meditación y mindfulness ayuda a niños y adolescentes a relajarse y a regular sus emociones

La incorporación de meditación y mindfulness a la psicología moderna como terapias de tercera generación avala los beneficios de su práctica. Se trata de una adaptación de técnicas procedentes de culturas ancestrales pero que se ha convertido en una de las terapias más novedosas para el tratamiento de trastornos y patologías psicológicas tanto en niños y adolescentes como en adultos. Por supuesto siempre de la mano de un profesional acreditado.

Pero funciona muy bien también en procesos educativos y de la enseñanza en la infancia y facilitar algunas herramientas no necesita de gran preparación, aunque sí una mínima. Estamos trabajando con la mente de nuestros niños y esto es delicado, no es baladí. Si quieres formarte para facilitar mindfulness en entornos educativos como profesor o padre puede visitar esta página.

Mindfulness es un termino traducido como Atención Plena y, efectivamente, consiste en un entrenamiento de la atención a la vez que se facilitan técnicas de autoconocimiento, de afrontamiento de las dificultades y de regulación emocional. Trabajamos con la percepción del cuerpo, de las sensaciones, de los diferentes eventos mentales, propiocepción, visualización, creatividad… ; decenas de ejercicios para que los niños sepan qué les pasa por dentro y puedan expresarlo de una manera, no tan comportamental.

Algunos de estos beneficios son:

• El entrenamiento de la atención es muy positivo, pero que alguien nos explique que nos ocurre y lo normalice es una gran ventaja desde la infancia
• Mejora de la atención. Mejora la capacidad de ignorar distracciones.
• Aumento de las capacidades cognitivas como las de abstracción, de lógica, de cálculo, la creatividad, etc.
• Gestión de las frustraciones desarrollando mayor capacidad de aceptación de lo que le ocurre.
• Mayor tranquilidad. La calma es el primer e inmediato efecto del mindfulness para niños.

• Reduce los pensamientos negativos, una tendencia natural de la mente que es muy recomendable manejar con solvencia desde una edad temprana.
• Aumento de la autoestima, la seguridad y la confianza en uno mismo.
• Control sobre la impulsividad. Escucha mejor a sus emociones, y aprende a responder en lugar de reaccionar, lo que implica menor impulsividad.

La reducción del estrés y la ansiedad en niños también tiene su correlación de beneficios en el plano de la salud física como mejor calidad de sueño y un sistema inmune más fuerte.

Bien si eres maestro, profesor, orientador o padre, invertir algo de tiempo (14 semanas en este curso de Instituto Om Mindfulness) para poder ofrecer acompañamiento de calidad a nuestros niños es una buena inversión, para la tranquilidad y la felicidad de ellos, para la nuestra y para la  sociedad en la que van a tener que vivir nuestros hijos.

Foto: Yan Krukau