En ocasiones no nos encontramos bien. La práctica de la meditación puede ayudar a centrar la distorsión del contexto actual provocada por nuestra respuesta emocional a eventos del pasado y las emociones asociadas a la preocupación y amenazas en el futuro. Ambas influyen, en ocasiones con mucha contundencia, en nuestra experiencia del momento presente.
La práctica de la meditación puede ser una muy buena herramienta para hacernos conscientes de nuestra relación con el pasado y el futuro, permitiendo contemplar con claridad el efecto que tiene en nuestro bienestar en el momento presente. El pasado debería informarnos, pero no determinarnos. El futuro puede orientarnos, pero no debería asustarnos. Esta tendencia de la mente a orientar la atención lejos del presente puede influenciar muy negativamente nuestra experiencia de este momento.
La meditación es una amplia variedad de prácticas que se centran en la integración de la mente y el cuerpo y utilizan para calmar nuestro medio interno y mejorar el bienestar en general. Algunos tipos de meditación se centran en focalizar la atención en imágenes, sensaciones físicas, como la respiración, un sonido, un mantra. Otras en cultivas estados mentales armónicos como la serenidad, el amor, la compasión, el entusiasmo. Otras como el mindfulness en mantener la conciencia del momento con aceptación y sin juicios. Y otras profundizan más allá de eventos mentales en el conocimiento de lo más profundo del ser humano.
Que una práctica tan antigua se encuentre tan de moda en nuestros tiempos, es tal vez la mejor presentación. Bien, todavía no se llenan estadios de futbol para meditar, pero su vasto abanico de beneficios hace que cada día miles de personas se sumen a la práctica de esta ancestral práctica. La reducción del estrés y la ansiedad, la mejora del estado de ánimo, la regulación de la atención y ritmo cardiaco anormalmente elevados por la tensión emocional, la fatiga, la concentración, el sueño reparador, son solamente algunos de los más estudiados. El respaldo científico a los beneficios de la práctica es el otro gran valedor.
Vivir más consciente, centrados en el presente va a aliviar estados mentales relacionados con la depresión, la tristeza y la frustración cuando miramos de manera recurrente e inconsciente al pasado, y el miedo y la ansiedad cuando la fusión cognitiva se realiza con preocupaciones y amenazas futuras. Estar en el presente con aceptación, sin juicio por cómo nos sentimos, va a reducir considerablemente la sensación de estrés y ansiedad, mientras crea una sensación de serenidad y paz interior. Nos permite “darnos cuenta” y realizar pausas cuando estamos agitados para tomar mejores decisiones, más tranquilas y más productivas.
No te pido que me creas, pero te invito a que lo pruebes, a que lo compruebes en ti. No un día ni dos… bueno, todo suma, pero los verdaderos beneficios vienen dados en una práctica continuada. Hay tanta oferta hoy en día, que no necesitas siquiera gastarte dinero para comenzar a incorporar la meditación en tu vida. Eso sí, si en ese intento intuyes o te das cuenta de que realmente tiene efectos sobre cómo te sientes y deseas comenzar a practicar en serio, la ayuda de un maestro o instructor va a ser de gran ayuda, porque, al principio puede parecer una práctica sencilla, pero surgen obstáculos, dudas, contradicciones que nos pueden llevar a abandonar algo que puede ser muy beneficioso para nosotros.
Te dejamos el enlace a dos meditaciones gratuitas: Respiración en el cuerpo y Transformando el pasado. Y si te decides a probar, aquí tienes información sobre nuestro grupo de meditación. Meditar acompañado es mucho más fácil.
La meditación es una de las grandes apuestas que puedes hacer en tu vida: si la ganas, la recompensa es enorme a todos los niveles, físico, emocional, mental, psicológico y si quieres espiritual, y si pierdes, no habrás perdido más que algunos minutos de tu día. Tal vez pocos en relación con lo que dedicas a otras cosas, actividades de las que luego no estás muy satisfecha o por las que te sientes frustrada y catalogas como pérdida de tiempo. Invierte en ti. Puedes leer lo que dicen nuestros alumnos aquí.
Foto: Anna Shvets